martes, 29 de octubre de 2013

CARACTERÍSTICAS EVOLUTIVAS DE LOS ALUMNOS DE PRIMER CICLO DE EDUCACIÓN PRIMARIA






Vamos a centrarnos ahora en las características psicopedagógicas del alumnado que se encuentra en el primer ciclo de la Educación Primaria, con edades comprendidas entre los seis y los ocho años, mayoritariamente. Por lo tanto, se señalan a continuación las peculiaridades consideradas más relevantes en los alumnos y alumnas del primer ciclo, para fundamentar la posterior actuación del profesorado en el aula. Así, los niños y niñas de seis a ocho años:
- Se encuentran en un estadio de operaciones concretas, lo cual supone la necesidad de manipular (los objetos, el lenguaje...) para alcanzar los conceptos que se proponen, aunque éstos sean aún muy elementales.
- Hacen girar la realidad en torno a su propia actividad.
- Identifican y manejan símbolos y signos, lo que les permite aprender e incorporarse a códigos convencionales.
- Tienen conciencia de la permanencia del objeto, de sus cualidades y de la importancia de sus cambios. Por ello, se hace posible trabajar sobre nociones físicas y matemáticas y con procesos cíclicos de transformación.
- Disponen de un pensamiento sincrético y analógico, lo cual significa que relacionan los elementos por yuxtaposición, perciben globalmente la realidad, establecen analogías sin realizar análisis y no efectúan deducciones, procediendo inductiva e intuitivamente.
- Poseen una inteligencia "práctica", por lo que conocen a través de su experiencia personal y cotidiana, aunque evolucionan progresivamente hacia la lógica.
- Van adquiriendo paulatinamente el pensamiento causal, que les facilita la explicación de los hechos y la superación del subjetivismo y egocentrismo intelectual que marcaba momentos anteriores. De esta forma, establecen la separación existente entre el yo y el exterior, de cuyo contraste surgirá el nuevo conocimiento del entorno.
- Desarrollan la capacidad de atención y observación.
- Poseen una gran curiosidad intelectual, que los lleva a preguntar insistentemente "¿por qué?", hasta los siete años, aproximadamente. Parece demostrado que estos "por qué" se encuentran a mitad de camino entre la causa y la finalidad, siendo normalmente satisfactoria cualquier contestación .
- Evolucionan en la función de representación, llegando a la concepción del espacio y el tiempo, aunque de forma elemental y ligada a sus experiencias mentales.
- Dominan la motricidad fina, el sentido de la lateralidad, su propio esquema corporal, etc. Esto les facilita la adquisición del aprendizaje lecto-escritor, fundamental para los restantes y posteriores aprendizajes.
- Desarrollan funcionalmente el lenguaje, que influye de modo determinante en la estructuración de su pensamiento.
- Se desenvuelven básicamente en la vida social, pues ya disponen de los hábitos necesarios para ella. Entienden y respetan las normas de convivencia.
- Amplían su proceso de socialización: se relacionan con los demás respetando reglas, son capaces de escuchar a los otros, pueden colaborar en el trabajo, etc.
- Responden positivamente a la emulación.
- Evolucionan hacia posturas de autonomía moral, aunque todavía fuertemente condicionados por la heteronomía de sus sentimientos en este campo.
Los rasgos destacados son bastante comunes, a pesar de que pueden aparecer en mayor o menor grado, pues la evolución no supone saltos bruscos de un estadio a otro, sino la maduración paulatina dentro del marco de un todo continuo, y cada sujeto progresa en función de muchos y muy complejos condicionantes, tanto externos como internos.
Por ello, el profesorado deberá esforzarse en conocer individualmente a cada uno de sus alumnos y alumnas, pues del momento evolutivo en que se encuentren dependerá lo adecuado de un planteamiento didáctico u otro en el aula, para alcanzar los objetivos propuestos en este primer ciclo.

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